El objetivo del pensamiento visible es integrar el desarrollo del pensamiento de nuestros estudiantes con el aprendizaje de los contenidos curriculares  de las diferentes áreas en la etapa educativa en la que se encuentren. 

¿Cómo se enseña a pensar?

Esta no es una tarea fácil, e implica que el docente conozca muy bien el grupo, sus necesidades, sus fortalezas y debilidades… pero sobre todo, que conozca los procesos de pensamiento que demanda o promueve en su aula, es decir, que tenga una gran capacidad metacognitiva, esta es la clave para promover e instaurar el aprendizaje basado en el pensamiento. En la medida en la que el docente sea más o menos metacognitivo , favorecerá que su  alumnado lo sea también en mayor o menor medida.

¿Pero por qué es importante la metacognición?

Nuestros alumnos tienen que saber que reflexionar sobre su propio aprendizaje y la forma en la que este se produce, no focalizándose únicamente en los conocimientos, es la clave para alcanzar sus metas. Este proceso de reflexión unido a la habilidad para utilizar diferentes estrategias metacognitivas  dan lugar a un aprendizaje eficaz.

 

¿Por qué?  Porque pensar es un proceso que supone hacer conexiones entre contenidos, tomar diferentes puntos de vista, comparar, contrastar,  ponerse en el lugar de, formular hipótesis, hacer preguntas… y todos estos procesos se trabajan cuando usamos rutinas y estrategias de pensamiento. Aplicar en el aula estas rutinas y estrategias es una forma sencilla de promover el pensamiento entre nuestro alumnado. 

 

Y…¿Cómo lo implanto en mi aula?

Para implantar una cultura del pensamiento en el aula tenemos que:

  • Dar tiempo para pensar.
  • Utilizar estrategias y rutinas de pensamiento.
  • Fomentar la interacción en el aula.
  • Crear un ambiente o clima que favorezca el pensamiento.
  • Ser buen modelo de pensamiento para nuestro alumnado.
  • Usar un lenguaje relacionado con el pensamiento.
  • Visibilizar evidencias del pensamiento generado en el aula.
  • Dar oportunidades de aprendizaje y pensamiento.
  • Fomentar la interacción entre los alumnos.

 

  ¿Qué debemos tener en cuenta?

  • Es importante generar oportunidades de aprendizaje significativo, donde todo esté conectado con la realidad del alumno. El aprendizaje basado en proyectos apoyado en las estrategias y rutinas de pensamiento nos permite dar sentido y contextualizar lo que el alumno está aprendiendo. 

 

  • Tenemos que fomentar la narración, desde los primeros años debemos fomentar la verbalización por parte del alumno. Esa narración de sus pensamientos desde las edades más tempranas, es clave para que de adultos sean personas auténticas, críticas, con capacidad de decisión y no manipulables. Debemos evitar que sean conformistas y acepten una única respuesta como la correcta, o tengan miedo a equivocarse. Hagamos del error una oportunidad de aprendizaje en el aula.

 

  • Potenciar la escucha activa. Implica atención y esfuerzo por comprender el mensaje del otro. La escucha es clave para las relaciones interpersonales, parece fácil pero hacerlo bien no lo es. La escucha, como todo aprendizaje, se puede entrenar y trabajar, pero esto sería tema ya para otro artículo.

 

 

 Carina Varela

Directora en Trilema Avda. América.  

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