Diciembre es un mes de celebración: fiestas navideñas, año nuevo, reuniones familiares y de amigos… pero al margen de este mes, hemos de reconocer que nos gusta celebrar y cualquier pretexto es bueno: cumpleaños, bodas, cambios, logros, vacaciones , una nueva meta, … buscamos sentirnos acompañados en los grandes momentos y cuando se trata de compartir y disfrutar la vida con quienes más queremos, los motivos sobran.

Una de las formas más tradicionales de celebrar, es reunirse entorno a una mesa en un ambiente agradable, distendido, donde los buenos deseos y el optimismo fluyen fácilmente. Buscamos festejar porque es una manera de pertenecer, de sentirnos parte de un grupo, de una familia… 

¿Y qué hay sobre festejar en la escuela?  

El aprendizaje, proceso complejo que se nutre de experiencias, merece ser celebrado tanto por los aprendices como por aquellos que son facilitadores del aprendizaje.

En las Escuelas Trilema somos una gran familia, y como tal , nos gusta sentirnos parte de ellas, y digo de ellas, en plural, porque cuando celebramos lo hacemos juntas. Disfrutamos unas de otras de los logros conseguidos y las metas alcanzadas ¿Y qué celebramos? pues celebramos que aprendemos, que eso es lo que hacemos en la escuela. A lo largo del curso desarrollamos 6 proyectos (Historia, geografía, ciencias, cuerpo Humano, vida en sociedad y seres vivos) y al final de cada uno de ellos,  tiene lugar la CELEBRACIÓN DEL APRENDIZAJE, día especial por excelencia y esperado con ilusión y nervios por toda la Comunidad Educativa, pero principalmente por nuestros alumnos, que se convierten en los verdaderos anfitriones, protagonistas de su aprendizaje. Ellos serán los encargados de narrar a  familias, compañeros, amigos y a quién quiera acercarse a escuchar (la celebración está siempre abierta a todo el que quiera celebrar con nosotros) qué y cómo han aprendido , evidenciando todo ello con el trabajo recogido en sus porfolios y paredes. Las puertas del colegio se abren y cada rincón muestra con orgullo las estrategias utilizadas para llegar al

conocimiento y son muestra de los logros alcanzados. En este entorno único, mágico , sorprendente y lleno de vida recogemos lo sembrado durante semanas de mucho trabajo, organización y planificación. La alegría y satisfacción de quienes hemos sido guías en esa siembra  y vemos cómo nuestros alumnos, todos sin excepción, son capaces de verbalizar con emoción y alegría todo lo aprendido y vivido a lo largo de un proyecto, es motivo de celebrar y agradecer. 

 

Pero… ¿Cómo celebramos el aprendizaje?  ¿Cómo despertamos la motivación, curiosidad y ganas de aprender?

         ALGUNAS CLAVES:

  1. Hacemos visible el aprendizaje mediante rutinas y estrategias de pensamiento, organizadores , mapas mentales, visual thinking…
  2. Recogemos evidencias de lo aprendido en un porfolio personal que nos permite reconstruir el proceso seguido.
  3. Evaluamos las evidencias de aprendizaje mediante dianas, escaleras de aprendizaje , rúbricas, escalas… con el fin de contextualizar los logros y las dificultades durante el proceso.
  4. Dedicamos tiempo profesor y alumno a encontrar el sentido de lo que se aprende a través del “feedback”,  analizando fortalezas y dificultades para seguir avanzando.
  5. Involucramos a las familias  en este proceso de aprendizaje haciéndoles partícipes del mismo, para lo cual, cuidamos mucho la comunicación.
  6. Compartimos entre profesores experiencias, logros, dificultades y nos contagiamos unos a otros  la ilusión por seguir avanzando en el propósito de sacar lo mejor de cada alumno.
  7. Abrimos el centro al entorno para hacer a todos partícipes del gran tesoro que este esconde.

 

Si compartes conmigo la satisfacción de guiar el aprendizaje de otros y te sientes afortunado por ello, por favor ¡CELÉBRALO!

 

Carina Varela

Directora de Trilema Avda. América

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